El Circo criollo al absoluto palo. Es verdad que los problemas argentinos se dirimen en cualquier parte, pero la seguidilla de edificaciones precarios en la plaza del Congreso se erige como el circo más espantoso de la historia.
Incluso esto evoca la carpa blanca de los docentes, desarmada cuando se termino la era menemista y empezo la etapa delarruísta, cortita como patada de chancho. La carpa no volvió pero los paros docentes arreciaron.
¿Ahora va a acomodarse el proyecto a un valor racional o van a seguir siendo todos nuestros enemigos acérrimos, asesinos de la democracia?
Hasta donde recuerdo los últimos dos golpes de estado fueron hechos por democráticos peronistas, encabezados por el cabezón y sus saqueos orquestados que se detuvieron espontáneamente cuando renunció De LaRua. Esa era la solución mágica para el hambre: que el tipo se tomara un helicóptero.
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