¿Quién dijo?

Dijo Barry White:
"Las mujeres me gustan como las gomas de mi coche: negras y redondas".

Guarda con el Cincuentenario

Pululan unos billetes de 50 pesos falsos como sonrisa de Cristina K, de papel pésimo y con la marca al agua impresa, o sea que se ve a simple vista.
Cuando alguien quiera pagarles con uno de esos, proponemos varias soluciones:

1- Romper el papel y con las tiritas ir a la cancha a alentar a Paraná en sus cien años de edad;
2- Romperle las piernas al que te quiso cagar y con la sangre de las fracturas expuestas fabricar morcillas que alienten la venida del Wendigo;
3- Forrar un paraguas con esos billetitos y salir a celebrar Santa Rosa, que vino con lluvia y marca el fin del invierno, que de frío no trajo nada, por suerte porque con esta malaria un litro de kerosene siginifica tomar sopa recalentada y aguachenta durante una semana.

La culpa final pertenece a la inflación y a que se desvalorice el dinero rápidamente, porque el asunto de los falsetes en billetes de 2 mangos ya no molesta, el banco se los come en los fardos, total van a ir a reciclaje en el corto plazo.
Finalmente y por la presente celebro el fin de los incendios invernales de la isla y damos por inaugurada la temporada primavera-verano de humo de carpincho.
Muchas Gracias, notifíquese, archívese y lávese el culo porque seguramente hay alguien con un billete de 50 petecos que se lo quiere dejar como flor de loto.

En un bosque de la China

Estuve alejado del blog en ocasión de los juegos olímpicos pero me enteré que acá en China también hay Internet y que podía ir a un cyber a conectarme. En contra de mi formación académica y moral, que prohibe el acceso a lugares en los que se pueda acceder a pornografía, me metí en uno y, en perfecto mandarín, pedí que me dejaran usar una PC por un par de yuanes.
El encargado, con acento cordobés me djio:
- Pasá por la cuatro, negro botón, que yo vuelvo cuando Belgrano salga campeón y el negro Álvarez se ponga blanco.
Y se fue al baño con un tomo de la Enciclopedia británica.
No fui a ver la inauguración porque era muy cara la entrada, pero desde el hotel vi unos fuegos artificiales muy bonitos, pero me parece que no eran los del estadio porque estoy parando a 732 kilómetros del Nido de Pájaro. Después vi en Youtube la inauguración y me pareció maravillosa. No así la comida de estos lugares, el perro me cayó pesado, el arroz me secó el vientre y cuando pedí un Vascolet para irme a dormir con algún afloje en las tripas me dieron un submarino caliente, que no es lo mismo.
Igual me dijeron por el Messenger que en el local estaba todo bien y que ahora que yo no estaba no solamente permitían fumar sino que la gente ya no se levantaba para ir al baño. Espero que esto sea chiste porque después el boludo que tiene que tirar lavandina en las sillas soy yo.
Saludos, manga de nabos.