martes, 14 de abril de 2009

La alarma del coche es para los pelotudos

Si un chorro desea compartir la propiedad de su vehñiculo y usted posee un autito moderno, la tarea del individuo será ardua: alarmas, llaves codificadas y sistemas electrónicas de seguridad hacen casi imposible que pueda subirse y hacerse un viajecito al desarmadero sin volver loco a la horda de gatos que andarán upiteándose en el techo de su casa.
Para poder alcanzar su objetivo natural (la naturaleza del ladrón se consigue solamente al afanar) deberá esperar a que un gil se suba al cocha y le meta su llave. Así que le pondrá una antorcha en la cabeza y jurará que el gatillo es sensible para hacerlo salir cagando o hacerle cagar la fruta, dependiendo de la cantidad de paco que haya podido quemar en las pocas horas de vida que lleva en la Tierra.
¿Para qué, entonces, dejar activa la X-28? Es preferible dejarlo en la calle y con la puerta abierta y las llaves puestas para que ni siquiera necesiten romperle el vidrio. Total, entre el seguro y el GPS van a recuperar su minicooper en instantes.
¡No sea pelotudo!

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